EN EL NIVEL DEL AMOR

4 de diciembre de 2024

 

Somos seres extraordinarios que apenas han vislumbrado su belleza interior. Pero en cada uno de nosotros descansa un infinito e incondicional Amor. La gran respuesta a todos los retos. Un estado de completa plenitud aguarda, pacientemente, a que lo descubramos.

Todos, absolutamente todos, podemos acceder a ese nivel. Calibra en 540 en el Mapa de la Conciencia que diseñó el doctor Hawkins. Apuntemos alto con nuestras conciencias. Hay que poner atención en los actos de cada día. Es fácil responder con una palabra de desdén, o pensar en ella cuando nos sentimos atacados… Nos ha pasado a todos. Pero si nos detenemos un instante y nos damos la oportunidad de recordar quiénes somos, puede salir de nosotros, en lugar de un exabrupto, una bendición.

No es lo mismo. La primera opción nos empuja hacia abajo, hacia los niveles de la ira, el resentimiento, el enfrentamiento, el malestar… Y nos hace sentir separados del resto.

La segunda opción, la de bendecir, crea un círculo de luz a nuestro alrededor y en torno al otro. Y, como bien señala Pierre Pradervand, detiene la flecha envenenada que nos ha lanzado. Esa bendición se convierte para ambos en un apacible resplandor que ilumina el sendero y a las propias almas.

Tú también puedes hacerlo. No me digas que no. Se trata de que tomemos esa decisión. Vamos a tomarla. Porque una vez dado este paso, veremos brillar al mundo en su propia luz interior, y los temores y padecimientos se disolverán, pues son incompatibles con ese estado de la conciencia, donde la dicha es perpetua.
En palabras de David Hawkins: (1)

“Al volverse el Amor más y más incondicional, comienza a ser experimentado como una Alegría interior. No se trata de la alegría repentina debido a un giro placentero de eventos; es un estado constante en todas las actividades.

La Alegría surge de cada momento de la existencia y no de fuentes externas.
En este nivel, todo lo que haces en la vida lo haces por Amor a Dios; tienes la conciencia de que todo lo haces por devoción a la Divinidad, y sabes que cuando sirves a tu prójimo y a todas las formas de vida, estás sirviendo a Dios.

También te das cuenta de que el Amor es Dios. Y eso soluciona todos los problemas. Y ya no te preocupa no ser perfecto ni cometer errores. Aquí, en este nivel, ya no eres duro contigo mismo porque sabes que nacer en la Tierra conlleva el error, en ocasiones, y que si fueras perfecto, ya no habrías venido al mundo.

En este nivel lo agradeces todo, todo lo que te ocurre, y dices: “Gracias, Señor, por lo que quiera que sea que he aprendido” porque entiendes que todo es un regalo de Dios.

Del nivel de 540 en adelante es el dominio de los santos, de los sanadores espirituales, y de los estudiantes espirituales avanzados. Una capacidad de paciencia enorme y la persistencia de una actitud positiva ante la adversidad prolongada son características de este campo de energía. El sello de este estado es la compasión. Las personas que logran este nivel tienen un efecto notable sobre los demás. […]
En los 500 altos, el mundo que uno ve está iluminado por una belleza exquisita y la perfección de la Creación. Todo sucede sin esfuerzo, por sincronía, y el mundo, y todo en él se muestra como una expresión de Amor y Divinidad. La voluntad individual emerge de la voluntad Divina. Se siente una Presencia cuyo poder facilita los fenómenos fuera de lo que se espera habitualmente, produciéndose hechos que la gente común llama milagrosos. Estos fenómenos suceden debido al poder del campo de energía, no el del individuo.

El sentido de la responsabilidad de uno mismo hacia los demás en este nivel es de una calidad diferente del mostrado en otros niveles más bajos: hay un deseo de usar el estado de conciencia personal para el beneficio de la vida misma en lugar de los individuos en particular. Esta capacidad de amar a muchas personas simultáneamente se acompaña del descubrimiento de que mientras más se ama, más puede uno amar”.

Fomentemos el Amor en nosotros y llevémoslo al mundo. Es una manera increíblemente hermosa de apoyarnos como humanidad.

Que Dios nos bendiga.

Hasta el próximo día.



                                                   

  


      1.  Hawkins, David R., Dejar ir. El camino de la liberación. Ed. El Grano de Mostaza. Barcelona, 2015

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