10 de mayo de 2025

Todos aquí, en el mundo, buscamos, muchas veces sin saberlo, recuperar el sentimiento de unidad con esa Fuente de infinito Amor y belleza, de la que procedemos. Hay un afán, en el alma humana, de regresar al que es su verdadero hogar.
Algunos buscadores espirituales alcanzan un estado de iluminación en breve espacio de tiempo. A otros, en cambio, les lleva toda una vida avanzar. Cuando se producen progresos significativos con tanta rapidez, con frecuencia se debe a que la persona ha trabajado anteriormente, en muchas vidas, ese anhelo de unión con Dios. Por eso, en este sendero, no sirven las comparaciones, como menciona el doctor David R. Hawkins:
“El aspirante no conoce su karma, que también es un factor influyente. Por lo tanto, uno no puede compararse con los demás ni esperar vivir una iluminación repentina y fortuita, como la que le ocurrió al conocido maestro Ramana Maharshi. Era un adolescente normal cuando, de repente, cayó al suelo y sintió que se estaba muriendo. Entonces entró en un estado de unicidad y dicha silenciosa que calibraba por encima de 700. (1) Como consecuencia, fue incapaz de hablar durante dos años. Si investigamos esta historia con la prueba muscular (2), entendemos que había pasado muchas vidas anteriores dedicado al trabajo espiritual, y que su iluminación aparentemente repentina en realidad era el fruto de ese esfuerzo y dedicación, recogido en esta vida”.
En el proceso de búsqueda espiritual, la devoción y el deseo sincero de que la propia vida sirva únicamente a los propósitos de Dios son potentes faros que iluminan el camino. Se hace además necesario que nos hagamos responsables de todo lo que acaece en nuestra vida, sin buscar los causantes en las personas de nuestro entorno. Es entonces cuando podemos liberarnos de las ataduras internas que proyectábamos fuera de nosotros, en otros seres humanos:
“El buscador avanzado ha oído que no hay “ahí fuera” ni “aquí dentro”, y por tanto se responsabiliza de todo lo que pasa. Uno va tomando conciencia de que todo lo que parece ocurrir en realidad representa lo que está contenido en lo que antes se consideraba el “dentro”. Así, la tendencia a proyectar se deshace. El posicionamiento de la víctima inocente, con toda su inocencia espuria, queda desenmascarado.
Así se ve que la adversidad es el resultado de lo que antes se ha negado y reprimido en el inconsciente. Al mirar adentro, uno encuentra la fuente de la adversidad y así se la puede abordar y corregir.
Las creencias son el determinante de la propia experiencia. No hay causas externas. Uno descubre las recompensas secretas que se obtienen de las proyecciones inconscientes secretas. Nuestro programa subyacente puede descubrirse simplemente anotando nuestra propia letanía de agravios e infortunios; a continuación hay que girarlos y convertirlos en sus opuestos. Y se comprueba que:
“La gente me odia” surge del propio odio interno. “No le importo a la gente” surge de la fijación narcisista en la propia felicidad y ganancia, en lugar de buscar las de los otros. “No obtengo suficiente amor” nace de no dar amor a los demás. “La gente es ruda conmigo” tiene su origen en la falta de cordialidad hacia os demás. ”La gente está celosa de mí” nace de los celos internos hacia otros. Así, si nos responsabilizamos de ser los autores de nuestro mundo, nos acercamos a su fuente, donde lo podemos corregir.
Al ser amoroso con otros, descubrimos que estamos rodeados de amor y calidez. Cuando apoyamos la vida sin reservas y sin esperar nada a cambio, la vida, a su vez, nos apoya. Cuando abandonamos la motivación de obtener ganancias, la vida responde con una generosidad inesperada. Cuando se vive de esta manera, lo milagroso empieza a surgir en la vida del aspirante espiritual dedicado. La armonía se manifiesta como el descubrimiento inesperado, la coincidencia fortuita, el golpe de suerte, y finalmente tomamos conciencia de que estas son las ondas que vuelven hacia nosotros desde el asiento de la conciencia”. (3)
El poder del Amor sigue en nosotros. Procede de Dios. Y es para siempre. Podemos utilizarlo para mejorar nuestras vidas. Y las de nuestros hermanos y hermanas del mundo. Vamos a crear juntos un mundo de armonía. Y a renunciar a lo que bloquea el camino. El momento es ahora.
Nos encontraremos por el camino.
Hasta el próximo día.
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David Hawkins está refiriéndose a la evolución espiritual indicada en el mapa de la conciencia, donde encontramos los diferentes niveles evolutivos del alma.
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El doctor Hawkins se refiere aquí a la prueba kinesiológica, mediante la cual es posible comprobar si una afirmación es verdadera o no.
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Hawkins, David R., YO, RREALIDAD Y SUBJETIVIDAD, Ed. El Grano de Mostaza. Barcelona, 2018. Págs. 54 y sig.
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