LA FUERZA DE LA VERDADVivencias 24 de septiembre de 2024 Hay, para todo conflicto, una solución pacífica. “[…] existen leyes espirituales que permiten hacer frente a cualquier situación y resolverla armoniosamente mediante la fuerza de la verdad” afirma Pierre Pradervand (1) La historia que relata, para ilustrar sus palabras, me impresionó profundamente. La comparto: Los hechos sucedieron en Ruanda, en 1994. A las dos de la madrugada, durante la guerra civil, una banda armada irrumpió en casa de Makengo Mapululu, un hombre que practicaba la sanación espiritual. Dicha práctica sostiene que todo ser humano posee una naturaleza espiritual, y al ser reconocida, soluciona cualquier conflicto armoniosamente. La certeza de que el Amor y la Vida están siempre presentes disolvió en Makengo el miedo que comenzaba a dominarlo. A pesar de la dramática situación, miraba a aquellos hombres con los ojos empapados de amor, sin abandonar en ningún instante esta actitud. En cierto momento, su hija se echó a llorar. Uno de los agresores levantó su bayoneta para matar a la niña. El padre afirmó inmediatamente en su interior: “La ley del Amor está presente aquí, controla esta situación y gobierna a todos y cada uno”. con total seguridad de que era así. Repentinamente, el agresor se detuvo y bajó el arma. El padre de familia relató, cuando dio a conocer los hechos: “ Cada instante de aquella prueba era precioso para mí. No me permitía ninguna distracción mental que me llevara a ver el problema en el plano material. Mantenía sin cesar mi pensamiento únicamente en la verdadera realidad espiritual… Pasada media hora de trabajo (espiritual), aquellos hombres se calmaron, como si sintieran el Amor que nosotros reflejábamos. Tuve tiempo entonces para afirmar más profundamente las verdades absolutas sobre el hombre perfecto que Dios creó…”. (2) Aquel padre de familia sabía que “como el Amor es omnipresente, todo lo que le sea contrario carece de poder, de capacidad de actuar, de hacer daño. Como la conciencia divina es infinita, y es todo, no existe en el universo divino ninguna conciencia que pueda manifestar disposiciones contrarias al Amor”. (3) Ante esta práctica callada del verdadero poder espiritual, los bandidos mostraron un cambio radical en su comportamiento y en sus intenciones. Depusieron las armas y comenzaron a mostrarse amistosos. Permanecieron en aquel hogar unas dos horas, charlando animadamente con la familia. Finalmente se marcharon sin haber hecho daño a nadie. El Amor había triunfado. Pradervand, Pierre, El arte de bendecir, Ed. Sal Terrae, Maliaño (Cantabria), 2022, pág. 117 Ibid, págs.. 117-118 Ibid, pág. 118