BENDICIENDO EN LA LUZ

11 de Marzo de 2025

 

 

Hace años que encontré en el acto de bendecir un elixir para mi propia vida. Y derramar un sentimiento de bondad en las personas que encuentro en mi camino me ha deparado muchas alegrías y un estado de armoniosa paz.

La bendición activa poderosas leyes del universo. Y tiene la capacidad de elevar nuestro nivel de conciencia y transformarnos. Es un acto absolutamente bello que permite llenar el mundo de luz.

Bendecir posee una dimensión absolutamente sanadora, como demuestra esta experiencia que vivió Tord, quien logró curarse de enfermedades graves bendiciendo diariamente a las personas. Él forma parte de un grupo llamado “Ciencia Cristiana”, que practica la curación espiritual.

Tord, de origen sueco, lo explica de esta manera:

     Estaba yo muy obeso y veía muy mal. Además, debido a ciertos trastornos psiquiátricos recurrentes, tuve que ser internado bastantes veces. Hace quince años, cuando iba a obtener mi permiso de conducir, descubrieron que tenía realmente muy mala vista. Esto me llevó a entrar en contacto con una practicante en mi ciudad natal. Le pregunté qué tenía que hacer”.

La practicante le explicó que “si comprendía en un nivel profundo que la verdadera visión es espiritual y que el amor divino mantenía su visión en perfecto estado, podría prescindir de las gafas. Le dijo también que amara a todos, y le prometió rezar por él”.

Tord menciona que comenzó a bendecir a las personas:

     “Siempre que me encontraba con alguien, pensaba: “¡Que Dios te bendiga!”. Lo hacía desde la mañana hasta la noche. Después de haber practicado esto durante tres meses, de pronto, un día, durante un breve instante, vi los nombres de los barcos en el mar, algo que nunca había podido hacer antes. Esto me animó mucho. Bendecía a las personas más que antes y empecé a ayudar a los ancianos a atravesar la calle… Dos semanas más tarde, estaba en casa, leyendo el libro de estudio de la Ciencia Cristiana, cuando de repente una luz muy viva invadió por entero mi espíritu. Era Cristo que venía a mí. Aquello duró diez minutos; luego se detuvo. Dos meses más tarde, aquella luz comenzó a llenar cada vez más mi espíritu. Estoy seguro de que ya nada podrá detenerla. Me he convertido en una persona muy armoniosa. Mi obesidad ha desaparecido por completo. Tengo una visión normal, y ha desaparecido toda huella de enfermedad mental. A veces tengo la impresión de que soy la persona más feliz del mundo. Estoy seguro de que poco a poco esta luz espiritual llenará a todos y cada uno en esta Tierra de amor y de santidad… “. (1)

Una historia maravillosa.

Ciertamente, bendecir atrae hasta nosotros campos de energía de elevado nivel. Una bendición sincera, surgida del corazón, puede viajar a miles de kilómetros de nuestro hogar, a través de la intrincada red de conciencia que nos mantiene a todos unidos, y contribuir a salvar una vida.

Un afectuosos abrazo.

Hasta el próximo día.


      1. Pierre Pradervand, El arte de bendecir. Ed. Sal Terrae. Maliaño (Cantabria), 2022. Pág. 109 y ss.

Scroll al inicio
Armonía Martín
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.